jueves, 9 de agosto de 2007

Here, there, everywhere...

Desearía ser una sola persona y tener un solo nombre, pero estoy segura de que la que desea y la que activa no tienen una comunicación muy fluida por estos barrios.

Estoy parada al inicio de un cuento hace una semana y puedo decir sin exagerar que estoy hace una semana en el mismo lugar.

Hemos visto pasar sin embargo,
tantos aires de alta montaña...

(por el Nilo nadaba una sombra, se mecía, se hamacaba y se refería a sí misma como "elemento portátil siniestro" -como comida de astronauta o una cápsula de hielo-).

Hay un cuento que está ahí y se me va de las manos, entre tanta ansiedad de decirme algunas cosas y de disfrazarme de señora que regala bombones, los ama o los envenena.

Algún día quizás coma frambuesas en lugar de beber mi sangre. Quizás cuando entienda sus beneficios (y estaré perdida para siempre, oh Presa, oh Carnada, oh Invencible, oh Puercoespín, ¿qué será de mi? Me iré dejando desaparecer los retazos - encarpetados, etiquetados, archivados -, volveré sobre palabras para no entenderlas o notar que cada razón es a la vez excusa y justificativo, que los laberintos son así de limitados cuando tenés ganas de cortar el pasto y que todo se resume a lo mismo que no eras, que no querías, que no sentías, pero que no sabías y te lo dormías... Y estaré perdida para siempre).

(puede que me cope sublimar)