lunes, 30 de junio de 2008

Ghost's free

"¿Vos sos culposa?", le preguntó. Yo me quedé atenta, me resultó una pregunta muy acertada. La miró fijo y disimuló una sonrisa que le asomaba de la comisura. En una pequeña carcajada respetuosa, una especie de palmada de apoyo al estilo hacés lo que podés, sobrevino un "No, para nada".

Está bien, que una viva con la constante sensación de pesadez en el fondo,
de urticaria del lado de adentro del zapato,
de incomodidad punzante,
no significa que los demás deban cultivar los mismos fantasmas.
Que una precise tantas explicaciones es un evento absolutamente personal y, qué joder, hay que poder hacerse cargo.

Y ella, libre de culpas, las citó esa noche. Las deleitó con entrada, primer plato, postre y champagne. Les dijo cuánto las quería y se despidió con palabras.

Al día siguiente capturó a todos los psicofármacos a su alcance y se los mandó con vino.

Vomitó. La encontraron inconsciente en su propio vómito. La internaron, la curaron y la soltaron.
Se pregunta porqué no la mataron. Se pregunta porqué no la dejaron. No se perdona.

lunes, 23 de junio de 2008

Blue

Lo que pasa cuando alguien se va es que uno debe empezar a convivir con su ausencia. Es allí donde pesa y donde duele, en los huecos y vacíos, en los espacios que hay que aprender a llenar. Da miedo, bronca e impotencia. Sobreviene la noción constante de que somos mortales, y de que enormes ridiculeces del azar nos pueden separar para siempre. Noto que si bien pienso seguido en la muerte, no reparo en la ajena... no, esa me agarra por sorpresa, como para sacudirme el egocentrismo y obligarme a despabilarme.

Estoy asustada. Temo a las sopresas por venir. No me animo a estar sola. Creo que voy a llorar.

martes, 10 de junio de 2008




Una mezcla rara de día, como con una pata en el domingo y la otra en algún más allá del pasado.

Ando, cutículas sangrantes, por la vida; un poco más yo que antes, quizás.

Hace 3 semanas que no veo a Lowe.

Desde que volví de Brasil me olvido sistemáticamente de las pastillas de la panza... y me paseo nauseabunda.

Noto cuánto me cuesta hablar, aunque me haga la que me divierte.