martes, 19 de junio de 2007

She was a soldier, at nights II

El francés que no conozco vino a visitarme anoche. Se dedicó a acariciarme el mechón derecho atrás de la oreja, suavemente. Pasó parte de la noche así. No sabía que me dolía el hombro derecho, no pude despertar para decirle que por favor me hiciera masajes. Estoy segura de que lo hubiera hecho. Hizo lo que pudo y me dejó ronroneante parte del día.


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- Para salir a la luz no hace falta desnudarse... Si lo hacés es solamente porque te gusta que te miren en bolas-
- Sos un castrado-


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No voy a seguir escuchando. Me aburro. En la cocina no pasa nada. En el jardín tampoco. Sé que no tengo jardín.
La casa de mis sueños es más linda que la mía pero igual de aburrida a veces.