domingo, 13 de mayo de 2007

Sigo participando

Supongo que soy de los más fieles soldados... mucho replanteo pero sigo peleando para ellos, junto a ellos. No sólo eso, recluto servidores que nada saben del tamaño de la mentira. Me apena pasar por cantidades de sesiones en las que se fomenta ese compromiso y seguir inmune. Quizás no sea inmune, quizás esta desconfianza sea la suficiente y necesaria para no dudar de mi fuerza de voluntad -es el atributo fundamental, sin el cual dejaría de interesarles-. Margen de error calculado y en sus planes. Me pregunto si debiera abandonarme, si eso significaría algo (siquiera para mí). También me pregunto si mis dedos serían más largos si dejara de comérmelos en finas fetas...

Anoche vi doble antes de perder el conocimiento. Nueva asignación de prioridades a los acontecimientos previos: pasé la tardecita probándome anteojos (con todo el mirarse al espejo que implica, puesto que los estoy cambiando de puro coqueta y no porque mis actuales -4 no sean suficientes), a la noche me confesaron que veo la realidad (lo dudo muchísimo, el vaso está siempre medio vacío y yo muriéndome de sed), luego vi doble y más tarde ya no vi. Esta mañana me despertó temprano el Tuerto... y toleré dignamente mi resaca hasta que me vi libre de acostarme, a las 2 de la tarde. Desde entonces he salido poco de la cama. Mis ojos están rojos y se ven cansados. Las cavidades oculares acompañadas de una sombra demasiado marcada.