lunes, 13 de octubre de 2008




Back to basics.

Hoy salimos a engañar al sistema, y resultó un programón.

Elfie se sentía mal. Muy mal. Pésimo. Lloraba, y no salía de la cama.
No me preocupé, porque soy medio imbécil para estas cosas. Hija'e mi madre... que, by the way, llamó, asustada, preocupada, pidiendo cariñosamente "hiciera de ella".

Y saqué a Zok, con el mate a mitad de camino y el living semi-imaginado, y nos subí a un taxi, con Elfie a cuestas, que llevaba una pelota de almohada para sostenerse los intestinos. Y lloraba, era cierto que lloraba. Y yo no me había dado cuenta.

Después de varios consultorios Zok decidió que estábamos en una disco. Y así pasaron las horas, con el fraude a flor de piel y la sala de espera plagada de testigos. Cuando Ellefie estuvo inyectada por varias agujas en una noche loca decidimos que era hora de volver a casa.

Y en lugar de mate hubo pizza. Y Elfie tiene que hacer dieta, porque así le pegó la noche en que casi la desvirgan a los 27 años con un pene de plástico.






Ser mujer no es fácil.




Good night.