lunes, 18 de agosto de 2008

...





...


- Te está costando en serio- me sorprendo observando en voz alta.
- ¿Me estás haciendo un berrinche?
Puede que sí como puede que no. Y qué cara pondrías en cada caso.

Quizás ayer, cuando abandonaste la cama en busca de una ducha, debería haber bastado como explicación. Quise pensar que hay momentos, que todos necesitamos algo de soledad... pero vos no sos yo, no aplican las mismas reglas.

Día dos y estás absolutamente cansado.
Berrinche o no, me veo tentada a decirte que a veces te quiero tanto que preferiría no volver a verte más, así de mucho temo que me dejes.
- qué cursilerías patéticas se me ocurren-

Me río, porque nada está tan claro.