Alguien puede explicarme qué es esto que una tiene que sufrir, de pasar cuadra tras cuadra viendo al Sr Telerman ostentar su pelada así, tan impunemente... Un culto a su pelada, una campaña política basada en el culto a su extendida frente y el amor a la ciudad...
¿Está muy mal si me agarran ganas de Actitud Buenos Aires y empiezo a manotear gansos en el subte?