martes, 11 de septiembre de 2007

Horror

Entre mis sábanas encontré una media que no me pertenece. No sé de quién es y solamente pienso: alguien ha estado jugando sucio.

Puede que esté hablando de mí misma, aunque bien sabido es que el amor todo lo justifica.

Oui, soy una romántica. Pero como para no volverme un personaje tan pinky e irritante arranqué Memorias del subsuelo. No me quedó ninguna duda luego del fantástico primer párrafo y su cierre triunfal:

"No obstante, si no quiero curarme es por pura maldad. Esto ustedes seguramente no querrán comprenderlo. Pero yo sí que lo comprendo. Obviamente no sabría explicarles a quién trato de perjudicar con mi maldad. Sé perfectamente que ni a los médicos puedo 'fastidiar' por no dejarme curar por ellos. Y comprendo mejor que nadie que, actuando de esta manera, sólo me daño a mí mismo y a nadie más. Pero, a pesar de todo, si no trato de curarme es por maldad. ¡Ya que me duele el hígado, cuanto más me duela, mejor!"





Y me preocupa cuando todo se vuelve tan sospechoso...