martes, 15 de mayo de 2007

I'd rather let the puppy die

Estas palabras te tomarán por sorpresa y puede ser que me esté extralimitando. Pero a veces me pongo ansiosa y ando escupiendo por ahí... lamento que el salivazo se te aproxime, en realidad solamente te estoy avisando.

Resumo. Creo que es mejor que no tengamos más ese tipo de movimientos... digo, que vos y yo ya no...
Lo sentí, en un momento me dí cuenta de qué es lo que no quiero. Vos me gustarás mucho, pero sé que no quiero esperar más de vos de lo que estás dispuesto a dar y prefiero ahorrarnos el enojo, porque ya sé que me voy a enojar y eso te va a enojar porque va a parecer totalmente fuera de lugar... como que te dijera, ahora, que quiero que esto que casi no empieza se termine porque va a terminar.

Igual pensás que mi lugar es otro... me entregaste la tarjeta de un psiquiatra... y a mí que no me cuesta dejarme estar y abandonarme... ya me veo, en un cuarto forrado de colchones... lobotomizada.
Me pregunto si irás a tirarme galletitas, a través de las rejas, cuando las instalaciones se conviertan en zoológicos para que las grandes ciudades se cautiven en los ojos desorbitados de aquellos fieles a los que abandonaron de tormenta. Qué romántica, entre las barreras que no logro atravesar, presa de tanto mí, alzando la vista para culparlos a todos de obligarme a ser testigo, odiándome por ser testigo... siendo, obviamente, mucho más que eso.

(ponete a estudiar y pegate tres azotes por si desaprobas alguna, like a warning)
(y después, si querés, rezá)