lunes, 16 de abril de 2007

"Are you really sad? are you that sad?"

- Estás hacendosa últimamente- me dijo K.
- No, solamente estoy cansada de vivir entre mugre y desorden-
- ja, el mes pasado no te importaba... volvías del trabajo, pelotudeabas toda la tarde hasta que llegaba yo y pelotudeabas conmigo lo que quedaba del día-

(estaba tentada a agregar "hubo un tiempo que fue hermoso")

Parece que esta molestia que me genera la suciedad no es constante. Parece que también ley doy a la mugre (surprise, surprise, a rotten child). Parece que haber terminado la facultad no está tan bueno... El primer mes sin clases no te das cuenta, y vivis de "vacaciones mentales". Lo cual no es tan genial, porque eso de pensar comienza a ejercitarse con aquello a lo que lo expones... y si le dedico tantas horas al trabajo y luego a la televisión... bueno, pasará lo que me terminó pasando... hace un par de semanas noté que mis conversaciones versaban sobre Gran Hermano, el Tarot o algo de la oficina. Y, ay, qué incomodidad eso de no gustarse.

Empecé clases, pagué las cuentas, lavé la ropa, limpié el departamento, saqué la basura, cambié de libro, me puse un blog, lavé los platos, cociné, hice las compras, limpié el baño, ordené el placard, saqué las cortinas, fui al ginecólogo, llevé a arreglar la licuadora, cambié las sábanas, vacié mis cajones, re-organicé el archivo, agregué fotos en porta-retratos (y esas fotos a esa caja, entre entradas al cine y un paquete de puchos que dice "te quiero").
También le pedí $40 al pibe del barrio... vaya uno a saber qué va a pasar con todo esto cuando me arreglen la licuadora!