martes, 13 de noviembre de 2007

Opté por usar la gorra de baño. Me había lavado el pelo a la mañana y he escuchado que hace mal lavarse muy seguido... por los químicos, porque eliminás la "grasa natural"; en fin, saberes de los sabidos.

Ya en la ducha me saqué la gorra. Mi pelo estaba limpio, pero no me bañaba para limpiarme... y lo sabía antes de recordar eso de la grasita.

Uno se pierde en las pequeñas metas.

¿Qué queda, entonces?
Cuando el pelo ya está limpito y huele bien. Cuando ya saldaste las deudas y preparaste la comida.

Sí, se me va el hambre cuando me pregunto para qué me alimento.

K me para en seco.
Dicen los chinos que son cinco los porqué, explica, y empieza con la ametralladora: por qué por qué por qué por qué y por qué no sabés.
- Podióloga, eso es lo que sos.
Ay, sí, Kauqui, qué afiladito estuviste... me volvió el hambre y todo.

Pero sigo queriendo escribir una respuesta que ponga coto al batallón de preguntas (del mundo, no sólo mías)

(sí, soy puro humo,
no lo hago de egoísta, pero qué más da, lo hago)